Este es el lema utilizado para la campaña de la UEFA contra la discriminación y a favor de la diversidad e inclusión en el mundo del fútbol. Cierto es que esta campaña sustituye a la anterior, #RESPECT, utilizada para que los partidos de las competiciones europeas de clubes y selecciones puedan servir de altavoz en la lucha contra el racismo y la xenofobia.
Pues bien, una forma de discriminación que debería tender a erradicar cualquier entidad, organismo o club, debe ser la discriminación en cuanto al género y la igualdad entre hombre y mujer en el mundo del fútbol. Las jugadoras de la selección danesa de fútbol, recordemos que recientes subcampeonas de Europa, se negaron el pasado viernes a jugar el partido que debían disputar contra Suecia clasificatorio para el Mundial Femenino 2019 de Francia. El motivo de la protesta que derivó en la renuncia de las seleccionadas es el conflicto que tienen con la Federación Danesa de Fútbol, desde que reclamaron la contratación y un salario mínimo de 1000 € para aquellas jugadoras que no tengan un contrato profesional con el club con el que juegan. La Federación se ha negado hasta esta momento.